«A veces, incluso el vivir es un acto de valor». Séneca hacía esta afirmación porque
la ausencia de control de las emociones, las pasiones, las sensaciones y los instintos nos impiden
controlar nuestra vida, y por lo tanto nos conduce a la frustración y la infelicidad. Con el fin de poner
remedio nos propone una filosofía de vida: vivir una vida estoica.
Por Olga Sala, voluntaria de Nueva Acrópolis Sabadell.