El taoísmo se basa en aceptar que la única constante en el universo es el cambio, y que tenemos que aceptar este hecho y estar en armonía con él. El cambio es el flujo constante del ser al no ser, de lo posible a lo real, del ying al yang, de lo femenino a lo masculino.
Por Ricardo Saura, profesor y voluntario de Nueva Acrópolis Barcelona.