Aparentemente estos tres gigantes de la Filosofía, Aristóteles, Buda y Confucio, pueden parecer bastante diferentes en cuanto a sus planteamientos filosóficos, sin embargo, los tres coincidían curiosamente en que la realización humana no se encontraba en los extremos, tanto del dolor (que podía destruir la vida de un ser humano), o en el placer (que cabía la posibilidad de aturdirlo), sino encontrar el equilibrio tanto en las acciones como en nuestro mundo interior.